Los formatos en la literatura juvenil
Es muy frecuente que las historias y personajes de literatura infantil (sobre todo a partir de middle grade) y juvenil se extiendan más allá de un solo volumen. Por supuesto, en literatura general también se dan estas agrupaciones de libros que cuentan con un elemento común, pero en el caso de la LIJ es una constante: en la actualidad la mayoría de los libros juveniles nunca vienen solos.
¡Por cierto! Si eso de la narrativa "middle grade" te ha sonado incomprensible, quizá antes de seguir leyendo quieras pasarte por aquí:
Serie, saga, colección y libro autoconclusivo
Hay una serie de términos que etiquetan los libros juveniles por su formato, que han cobrado fuerza en los últimos años y que forman parte del vocabulario actual de los lectores y lectoras más jovenes: son serie, saga, colección y libro autoconclusivo. Aunque la realidad es que ni todos los autores ni todas las editoriales se ponen de acuerdo al 100% a la hora de acotar las características de estos conceptos, voy a explicaros las interpretaciones más extendidas que pueden ayudarnos a la hora de seleccionar o dinamizar lecturas para estas edades.
Serie
Una serie de libros se refiere a una secuencia de libros que comparten personajes principales y una narrativa continua. La serie de libros generalmente sigue una línea de tiempo lineal y los eventos de un libro se relacionan con los siguientes. Las series de libros suelen estar dirigidas a una audiencia más joven y cada libro puede ser una ligera continuación de la historia anterior: aunque pueden haber algunos elementos recurrentes o temas comunes, la continuidad narrativa no es necesariamente fuerte. Los libros de una serie suelen poder leerse en cualquier orden, y esto puede agradecerse a la hora de tratar de completar su lectura combinando compra, préstamo bibliotecario, préstamo escolar...
Las series son una de las soluciones más fáciles a los quebraderos de cabeza de quienes buscan incentivar la afición a la lectura en los primeros años: es habitual que si una niña o un niño "se enganchan" a unos personajes, completen la lectura de un volumen tras otro hasta que lleguemos a suplicar a la editorial un título más.
Más allá del interés o el valor individual de cada uno de sus libros, son un excelente punto de apoyo desde el que, como si fuera un peldaño, avanzar a la selección de otros en los que podamos enlazar con el mismo tipo de protagonista, la misma temática, el mismo autor o autora... La parte negativa es que, si este avance no llega a lograrse -y suele necesitar una insistente recomendación para hacerlo-, pueden llegar a estancar el imaginario o limitar la curiosidad a lecturas de excesiva similitud entre ellas.
Saga
El diccionario de la RAE recoge el término "saga" en su segunda acepción para designar las narraciones que abarcan las vicisitudes de varias generaciones de un mismo grupo de personajes, usualmente unidos por lazos familiares y a lo largo de varias generaciones.
Sin embargo la literatura, sobre todo la literatura juvenil actual, ha ido modificando el significado hasta designar como saga las colecciones en las que los diferentes volúmenes muestran el mismo marco argumental, pese a que cada uno de ellos tenga también una historia propia que empieza y termina en ese libro.
Una saga no se trata de una "gran historia larga" contada en varios tomos, sino la unión de varias tramas cerradas que, juntas, conforman una historia mayor. Las sagas necesitan leerse preferiblemente en el orden propuesto y pueden tener un número muy variable de tomos: trilogías como las "Memorias de Idhún", de Laura Gallego, heptalogías como la del famoso niño que sobrevivió... A veces el número es inicialmente indeterminado -si una obra literaria logra vender una cantidad más que notable de libros, la industria editorial procurará la repetición de los conceptos y esquemas que ya han demostrado su rentabilidad-, y puede no depender ni siquiera de la vida del autor para ello. Como ejemplo, tenemos "La rueda del tiempo": el creador de la saga, Robert Jordan, falleció en 2007, pero el escritor Brandon Sanderson terminó el trabajo.
Quien lee literatura juvenil ya demanda historias largas y las sagas cumplen esto, y desde un punto de vista meramente comercial, para las editoriales es una forma muy rentable de fidelizar una clientela cautiva.
Colección
Una colección de libros se refiere a un conjunto de libros individuales con un denominador común (como estar escritos por el mismo autor o pertenecer al mismo género) que no están necesariamente conectados entre sí. Estos libros también pueden compartir la misma temática o estar dirigidos a una audiencia específica (como una colección de cuentos de hadas o una colección de libros de terror gótico).
En algunos casos, una colección puede contener series (la serie "La Pandilla de la Ardilla" está dentro de la archiconocida colección El Barco de Vapor de Ediciones SM, por ejemplo) o sagas ("Mundo de tinta", de Cornelia Funke está editado por Siruela dentro de su colección Las tres edades). Y una colección de "Clásicos Ilustrados" podría incluir titulos tan diferentes como "Alicia en el País de las Maravillas" de Lewis Carroll o "Drácula" de Bram Stoker.
En resumen, mientras que una serie sigue una narrativa continua con personajes consistentes a lo largo de los títulos, la saga de libros está conectada por una trama o personajes principales y puede tener varios libros que continúan la historia; y una colección de libros son libros individuales que comparten un criterio editorial común.
Libro autoconclusivo
Los adultos, que leemos más libros autoconclusivos que ningún otro segmento de edad, no solemos agruparlos bajo un nombre, pero aquí hemos venido a hablar de LIJ 😉
Y es que las lectoras y lectores de infantil y juvenil están tan acostumbrados a que sus lecturas formen parte de series o sagas, que han definido el libro autoconclusivo por oposición a ello. Salvo contadas excepciones, suele ser el formato preferido para la novela realista juvenil. Es la lectura de tomos que comprenden la narración de una trama completa e independiente, y son el tipo de libros que requiere más independencia y curiosidad para su descubrimiento. ¡O más mediación, que para eso estamos los adultos!
Trabajo en comunicación y marketing, pero soy especialista en animación a la lectura y en aplicación de la perspectiva de género en las Industrias culturales. Además, estoy aprendiendo a ser la madre de M.
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