La clasificación por edades en la Literatura Infantil y Juvenil

Participo mucho -y muy a gusto- en varios grupos de Literatura Infantil y Juvenil en los que uno de los principales contenidos son madres o maestras (y, muy ocasionalmente, padres o maestros) que buscan y responden a recomendaciones sobre libros. Y, aunque la mayoría de las búsquedas son por temáticas, a veces aparece alguien que pregunta concretamente por "un libro para 7 años", "un libro que sea a partir de 9"... Y la clasificación estricta de libros por edades cada vez es menos frecuente.

Aunque nos vengan a la mente colecciones clásicas como "El Barco de Vapor" de SM, que aún mantienen bien visible la clasificación por edades impresa en la cubierta y señalada por colores, la verdad es que las editoriales son mayoritariamente reacias a etiquetar la mayoría de los libros infantiles como indicados para una edad en concreto, y prefieren que la apariencia del libro (formato, tamaño y tipo de letra, estilo de la ilustración...) y la breve nota de la cubierta o la solapa hablen por sí mismas. Esta actitud evasiva no es una perversa idea de las editoras para que el libro se compre por confusión, es que a pesar de ser útil para los adultos, la clasificación explícita por edades puede ser desalentadora, avergonzante o restrictiva para el lector o lectora final. ¿Quién, con 12 años, querría que le vieran escoger un libro marcado como para 9?

Si me preguntas "qué crees que leen las niñas de 7 años" te puedo responder con otra pregunta: "¿Qué crees tú que leen los hombres de 27?" Y es que las respuestas acertadas son igual de amplias.

La novelista británica Joan Aiken dijo una vez:

Es imposible predecir lo que la mente de un niño puede asumir en cualquier etapa. Sus mentes son como casas en proceso de construcción: con algunas habitaciones ya terminadas y amuebladas, y otras todavía. con los ladrillos y las vigas al descubierto.

Es prácticamente una casualidad que la edad de lectura de una persona coincida exactamente con su edad cronológica, y en el periodo de la infancia, más. No obstante, en la literatura infantil y juvenil, existen varias categorías que se definen no solo por edades sino por características específicas.

A continuación, te presento algunas de las etapas lectoras más comunes por convención, que seguramente usaré como referencia en futuras publicaciones. En cada una, los retos para seleccionar y acompañar con perspectiva de género también serán diferentes.

Libros para prelectores y preescolares:

· Libros de 0 a 3 años.

Esta categoría se centra en libros primero de tela y después de cartón, con ilustraciones simples y colores vivos. Suelen tener pocas palabras por página, y sus textos utilizan con frecuencia la musicalidad, las rimas y las repeticiones de sonidos para captar la atención de los bebés.

· Libros de 3 a 6 años

Esta clasificación engloba las publicaciones para niños en edad preescolar; suelen ser volúmenes coloridos y llenos de imágenes, con textos cortos y relativamente sencillos. Los temas suelen estar relacionados con la vida cotidiana de los niños y sus primeros contactos con el mundo: los animales, los vehículos, la selva, el mar, la granja (¡madre mía, la cantidad de libros sobre granjas que suelen tener niños que a lo mejor jamás en su vida van a pisar una!; mi hija ha acumulado por lo menos media docena...).

Muchos de ellos están pensado para ayudar a desarrollar habilidades como el reconocimiento de colores, formas y números, así como introducirlos a conceptos básicos -los contrarios, los tamaños...- y a las primeras letras. Si cuentan una historia, lo hacen a través de textos breves, acompañados de muchas ilustraciones.

Libros para principiantes:

· Libros de 6 a 8 años

También conocidos como libros de lectura temprana, se dirigen a niñas y niños en sus primeros años de escolarización obligatoria que empiezan a leer de manera autónoma. Estos libros incluyen oraciones sencillas y palabras fáciles de leer para ayudar a los niños a desarrollar sus habilidades de lectura y comprensión básicas.

Las lecturas son más largas que los preescolares y tienen menos imágenes, pero aún incluyen ilustraciones que acompañan y ayudan en la comprensión del texto. Los temas suelen ser bastante variados, comienzan a ser algo complejos e introducen más elementos de fantasía.

Narrativa Middle Grade:

· Libros de 9 a 12 años

Los libros de Middle Grade empiezan a ser un poco más desafiantes en términos de contenido y longitud. Los libros en esta categoría suelen suponer enfrentarse por primera vez a una estructura de capítulos, una trama más compleja y a personajes más desarrollados.

Con frecuencia protagonizados por pandillas, pueden tratar sobre la amistad, aventuras, problemas familiares y otros temas relevantes para estas edades.

Narrativa Young Adult (YA):

· Libros a partir de 13 años

Esta categoría está dirigida a adolescentes. Los libros de YA abordan temas más maduros y complejos, como la identidad, el amor, la familia, los conflictos sociales, la superación personal y los desafíos que enfrentan los adolescentes en su transición a la edad adulta.

Las historias pueden ser más oscuras y los personajes más complejos. Estos libros suelen tener protagonistas adolescentes y pueden cubrir una amplia gama de géneros, desde la ficción contemporánea hasta la ciencia ficción, el romance o la fantasía.

Es importante tener en cuenta que estas categorías son solo pautas y guías generales y que los intereses y niveles de lectura pueden variar mucho de una persona a otra según su madurez y la experiencia lectora individual de cada una de ellas.

Y el álbum ilustrado... ¿dónde lo clasificamos?

El álbum ilustrado lo he dejado fuera de todas las categorías porque seguramente sea el tipo de libro que resultaría más perjudicado por esta simplificación, y que en la mayoría de los casos es disfrutable de 0 a 99 años.

¿Y el cómic?

Pues, para sorpresa de la mayoría de los prejuiciosos, hay cómics para todas las edades. Así que tampoco procedía encasillar a todo el género en una franja de edad.

Trabajo en comunicación y marketing, pero soy especialista en mediación lectora y en aplicación de la perspectiva de género en las Industrias culturales. Además, estoy aprendiendo a ser la madre de M.